Ayer fui a darme una vuelta por el centro a ver procesiones, cosa que pienso hacer todos los días de esta semana. Me gusta como suena y como huele la Semana Santa.
Se levantó viento por la tarde, como corresponde cuando es primavera en Almería. El viento trajo nubes, cosa que me hizo pensar que igual me quedaba sin procesiones por la noche. Pero no. Alguna salió tarde, la Macarena tuvo hasta que refugiarse un rato en San Pedro, pero ninguna se quedó sin salir.
Si hubiera pasado por casa, viendo el cambio de tiempo, me hubiera puesto las lentillas, pero me la jugué porque me invitaron a comer carne con tomate en la Cañada y eso no me lo podía perder. Además, a mí me gusta muchísimo ir con gafas porque no me veo sin ellas (y no lo digo solo en sentido figurado, es que si me las quito no me veo en el espejo). Pero cuando llueve siempre te da por pensar que para cuando unas gafas con parabrisas. Así que el hecho de que sólo goteara de vez en cuando no solo benefició a las cofradías, sino también a mí misma, y al menos también a Mar, una amiga mía que venía conmigo. Ella no ha llevado gafas nunca pero ahora lleva unas enormes. dice que tiene astigmatismo, yo creo que se las ha comprado sin graduación porque le gusta las que lleva Jennifer Aniston. Fuimos juntas al Alborán, pero ella ahora estudia en Granada, así que la echo de menos. Creo que iré a verla pronto.
¡Que disfrutéis de las vacaciones!
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