miércoles, 27 de abril de 2011

¡Que viene el toro!


     Mi padre ha leído mi blog. No se muy bien como lo ha encontrado. Creo que solo ha leído la primera entrada, así que por ahora se ha reído y me ha contado una historia bastante buena. Espero que no llegue a la entrada del día que no fui a clase y declaré mi amor secreto por Antonio.

     Según mi padre, él nació con gafas y parche. Mi abuela me ha dicho que no, que con 3 o 4 años vio que torcía un "ojico" y que todo empezó ahí, sólo que él no tiene recuerdos antes de esa edad. El caso es que mi padre, además de guapísimo, es bastante chato y parece que a esas edad era imposible que sus gafas se sostuvieran en su nariz, que era una línea paralela a su cara. Dicen que mi abuelo propuso que le sujetaran las gafas con una escarpia, pero el óptico descartó esta posibilidad (menos mal que había alguien cuerdo es ese equipo) y le sujetaron las gafas desde las orejas, con unas patillas de lo más arqueadas. La verdad es que nos hemos reído con la historia.

     Tengo 6 exámenes del 9 al 21 de junio. Empieza el remordimiento después de habérmelo pasado de lujo en Semana Santa, pero por ahora solo me hace ir a la biblioteca y estar más fuera que dentro. Supongo que en un par de semanas se invertirá esta tendencia...

martes, 19 de abril de 2011

Lunes Santo en Almería.

     Ayer fui a darme una vuelta por el centro a ver procesiones, cosa que pienso hacer todos los días de esta semana. Me gusta como suena y como huele la Semana Santa.

     Se levantó viento por la tarde, como corresponde cuando es primavera en Almería. El viento trajo nubes, cosa que me hizo pensar que igual me quedaba sin procesiones por la noche. Pero no. Alguna salió tarde, la Macarena tuvo hasta que refugiarse un rato en San Pedro, pero ninguna se quedó sin salir.

     Si hubiera pasado por casa, viendo el cambio de tiempo, me hubiera puesto las lentillas, pero me la jugué porque me invitaron a comer carne con tomate en la Cañada y eso no me lo podía perder. Además, a mí me gusta muchísimo ir con gafas porque no me veo sin ellas (y no lo digo solo en sentido figurado, es que si me las quito no me veo en el espejo). Pero cuando llueve siempre te da por pensar que para cuando unas gafas con parabrisas. Así que el hecho de que sólo goteara de vez en cuando no solo benefició a las cofradías, sino también a mí misma, y al menos también a Mar, una amiga mía que venía conmigo. Ella no ha llevado gafas nunca pero ahora lleva unas enormes. dice que tiene astigmatismo, yo creo que se las ha comprado sin graduación porque le gusta las que lleva Jennifer Aniston. Fuimos juntas al Alborán, pero ella ahora estudia en Granada, así que la echo de menos. Creo que iré a verla pronto.

     ¡Que disfrutéis de las vacaciones!

martes, 12 de abril de 2011

Una mañana bien aprovechada.


     Esta mañana no he tenido fuerzas de afrontar la clase de "matemáticas aplicadas a las ingenierías agrícolas" y Jesús y yo nos hemos ido a desayunar al romera. La situación de haberse puesto el despertador a las 8 y haber cogido el autobús para estar toda la mañana jugando al futbolín es sencillamente maravillosa. Como estaban todas las mesas libres (un sueño hecho realidad) hemos jugado todo el rato contra Antonio y Chris, un erasmus inglés que está pensando en dejarlo todo para dedicarse a tocar la guitarra flamenca y vivir toda la vida en el Zapillo.

     Nos hemos reído, sobretodo cuando Jesús intentaba marcar haciendo la cuchara, vamos, lo que viene siendo hacer saltar la pelota por los aires. Es entonces cuando me entra el pánico, y lo dejo todo por cubrir mis gafas y mis dientes. Yo creo que solo juega para hacerme sufrir, porque el espíritu ese de "a mí no me gusta perder ni a las canicas" no lo tiene. Yo sí. Creo que está secretamente enamorado de mí. Yo estoy secretamente enamorada de Antonio, que a su vez está públicamente enamorado de una erasmus, pero no me importa muchísimo porque tendrá que volver pronto a Polonia.

     Ahora tengo un poco de remordimiento, pero se me pasará pronto.

martes, 5 de abril de 2011

Yo, los deportes y mis lentillas.


     Juego al baloncesto en el equipo de la Universidad. Me encanta el baloncesto. Creo que me viene por la rama paterna: Mi padre estudió en el Ramiro de Maetzu así que mi equipo es el Estudiantes. En realidad también soy del Almería, que bien me hizo sufrir ayer (me cago en el atlhetic, Llorente incluido) y estoy profundamente enamorada de Nadal y Pedrosa (que no de Lorenzo)... Vamos, que me gusta el deporte en general, y el baloncesto en particular.
 
     Esto le ha costado a mí madre algún disgusto que otro, porque yo ya jugaba cuando me pusieron las gafas. Así que enseguida tuve preparadas mis primeras lentillas. Yo no me acuerdo, pero creo que para adaptármelas en la óptica tuvieron que sujetarme entre varios. Supongo que no es fácil que un niño entienda que tienen que meterle cosas en el ojo por su bien. Le dijeron a mi madre que no se preocupara, que seguro que para la primera comunión se las pedía. Pero no, no tuve yo problemas por hacer la comunión con gafas. Mi problema era que mi necesidad de utilizar gafas para desenvolverme de una forma natural en el mundo y mi gran tendencia a practicar juegos de balón en los recreos, patios y plazas era bastante incompatible. Así que un buen día le pedí a mi madre las lentillas. Durante una semana mi madre me sujetaba y mi hermano me ponía las ponía mientras yo hacía todo tipo de movimientos para evitarlo, aunque en realidad lo que quería era que me las pusieran. Era algo como cuando Dumbledore le pide a Harry Potter que pase lo que pase le obligue a beber el Horrocruxes líquido que contiene parte del alma de Voldemort. Entre todos lo conseguimos, igual que el poderoso mago y Harry, con un poco de esfuerzo, pero necesario para llevar la vida deportiva que quiero.