lunes, 10 de octubre de 2011

Suspenso, claro.


     Suspendí mi primer examen. Lo hice bien, pero cuando el examinador me dijo que aparcara, tuve a bien hacerlo en un vado. Cuando se fue el examinador mi profesor me dijo "Suspenso, claro" A mí no me hizo mucha gracia, pero mi hermano estuvo riéndose cinco días. Me dijo que le recordaba a un anuncio de hacía mil años, lo encontramos en youtube, y aquí os lo pongo.

     Me presenté una semana más tarde. Mi madre quería que diera más clases, pero mi padre dijo "A ver si va a ser la primera persona del mundo que primero aprende a conducir y luego se saca en carné" Así que me presente otra vez y esta vez sí. ¡Lo tengo! Ahora solo necesito aprender a conducir. No es tarea fácil, porque he descubierto que a los conductores noveles no nos dejan conducir a no ser que no quede otro remedio. Por ejemplo, el viernes mi hermano se fue a Barcelona de boda y necesitaba que le llevaran al aeropuerto. La única que podía era yo, y ¡ni siquiera me dejó conducir a la ida! Así que la primera vez que cojo el coche de mi padre, y voy sola como la una. Durante esta experiencia me fue revelada una verdad universal: es absolutamente imposible estornudar con los ojos abiertos.

     ¿Por qué el símbolo de "conductor novel" es una L?